Es muy común ponernos objetivos y medirnos en función de ellos.
Por ejemplo, cada vez que inicia el año muchos nos ponemos propósitos como bajar de peso o leer más.
El problema viene cuando no conseguimos los resultados deseados. Nos afecta emocionalmente, nos sentimos culpables y tiramos la toalla, pero como bien apuntan los estoicos, los resultados no están en nuestro control, sólo son una consecuencia aleatoria de nuestras acciones y claro, dejar tu felicidad en manos de una variable aleatoria no suele acabar bien.
"Desde hace unos años, intento seguir otro tipo de objetivos".
Objetivos basados en valores.
Valores y acciones que están en tu control.
Por ejemplo, entre tus valores pueden estar la perseverancia, la superación y la resiliencia.
¿Eso qué significa?
Que tu objetivo podría ser “dar lo mejor de ti todos los días”.
“No rendirme aunque no salgan las cosas como quiero”.
“Si me equivoco, en vez de culparme, entenderé que es parte del proceso de aprendizaje”.
“Dedicaré un tiempo todos los días a mi formación”.
Etc.
Es importante que escribas estas frases en función de tus valores y las pongas a la vista, en un lugar que puedas ver todos los días: Tu oficina y tu baño son buenas opciones.
"Así, cuando lleguen momentos de bajón porque no estás obteniendo los resultados que esperas, recuerdes que no están en tu control y retomes el enfoque correcto".
¿Cuáles son tus valores?
¿Qué frases vas a escribir para leer todos los días?
Un importante valor que también define mi vida es el de cuidar mi cuerpo.
Porque si no tenemos salud, nada más importa en nuestra vida.
¿Te vas a empezar a guiar por tus valores?
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Por Alvaro Pareja