**La Importancia de la Microbiota en los Trastornos Mentales**
La evidencia científica actual respalda el papel crucial de la microbiota intestinal en el desarrollo de trastornos mentales, como la depresión, ansiedad, Alzheimer, Parkinson, trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos del espectro autista, esclerosis múltiple y epilepsia.
Por ejemplo, en ratones con intestinos libres de microorganismos, se ha observado una disminución de dopamina, relacionada con el desarrollo del Parkinson. En cuanto a los trastornos del espectro autista, aproximadamente el 50% de los afectados experimenta problemas gastrointestinales, junto con una microbiota intestinal distinta que incluye menos diversidad, niveles reducidos de Bifidobacterium y un exceso de Clostridium.
Los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo tienen niveles más bajos de GABA y serotonina, ambos producidos por bacterias intestinales. Se ha demostrado que la modulación de la microbiota intestinal con probióticos mejora este trastorno.
El estreñimiento afecta a más del 80% de los pacientes con Parkinson y al 30% de los pacientes con esclerosis múltiple. Además, en estos últimos casos, se presentan comúnmente problemas de malnutrición, infecciones por Helicobacter pylori y sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
**El Papel de los Probióticos en la Salud Mental**
Según la OMS, los probióticos son "microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, brindan beneficios para la salud de quienes los consumen". El término "psicobiótico" se refiere a los probióticos que ejercen efectos beneficiosos en el cerebro. Entre ellos, se destacan Bifidobacterium longum, Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium infantis.
La conexión bidireccional entre el intestino y el cerebro es innegable. Las investigaciones respaldan cada vez más el papel de la microbiota intestinal en los trastornos mentales. Aunque se requiere de más investigación, el uso de probióticos en el manejo de enfermedades mentales está respaldado por la evidencia actual.
Bifidobacterium infantis aumenta los niveles de triptófano y, por lo tanto, la producción de serotonina. Lactobacillus rhamnosus aumenta la expresión de GABA y reduce los niveles de cortisol inducidos por el estrés o la ansiedad. Bifidobacterium longum alivia el estrés y disminuye la depresión.
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Artículo original: https://lamenteesmaravillosa.com/microbiota-intestinal-clave-de-la-salud-mental/