Los bosques que has de beber

Los bosques que has de beber

De acuerdo con datos de la FAO, el 75% del agua dulce que se consume en el mundo, incluidas las grandes ciudades, proviene de las cuencas y humedales forestales. Además, la contribución más grande de los bosques al equilibrio hidrológico de los ecosistemas de las cuencas es mantener la buena calidad del agua, debido a que minimiza la erosión del suelo, reduce los sedimentos en los ríos, arroyos o lagos, y utiliza la cobertura de hojarasca como filtro para otros contaminantes.

Como ya hemos mencionado los bosques permiten tener agua de calidad, al minimizar la erosión del suelo, se reduce la capacidad del suelo de almacenar agua y por lo tanto se disminuye la filtración del agua.

Reducir los sedimentos puede llegar a tener un impacto positivo si se presenta en lugares adecuados, sin embargo, en la mayoría de las veces tiene resultados negativos como reducir la capacidad de almacenamiento de los embalses lo que puede llegar a comprometer seriamente el abastecimiento de agua potable.

Por otro lado, dependiendo del uso que se le a la tierra, puede haber presencia de otro tipo de contaminantes que pueden afectar la calidad de agua, las cubiertas forestales, disminuyen en buena medida la presencia de estos agentes.

Cuando la calidad de agua es una de las prioridades de la comunidad, los bosques son la mejor cobertura del suelo y uso de la tierra, no es casualidad que en muchas ciudades como Caracas, Quito o Nueva York, han establecido zonas suministro de agua dentro de bosques protegidos con muy restringida presencia humana.

En muchas partes del mundo y en muchos sitios de nuestro país, la crisis hídrica que se ha hecho presente nos lleva a resaltar el valor que tienen las cuencas hidrológicas y los servicios ambientales de los que depende la calidad de vida de todos los seres vivos. Es por este motivo que Procuenca junto con Bioflora nos hemos dado a la tarea de hacer conciencia sobre la relación entre bosques y agua.

Además de hacer conciencia, vamos a actuar. Juntos vamos a regenerar 30 hectáreas de bosque en la parte alta de la cuenca que habitamos, como un acto de amor y de supervivencia.

Cada árbol que se conserva garantiza el abastecimiento de agua de tres personas. De la cuenca Valle de Bravo-Amanalco depende el consumo hídrico de 2.5 millones de personas que habitan la CDMX y su zona metropolitana. Te invitamos a unirte a este acto de amor y actuar para regenerar y conservar los bosques que has de beber.

¿Cómo puedes participar?

  • Con un donativo a Procuenca
  • Adquiriendo productos de Bioflora
  • Compartiendo la campaña a tu familia y amigos

 

¡Vamos a darle corazón a Valle!