El tracto gastrointestinal (GI) es el sistema digestivo de órganos del cuerpo que proporciona la absorción de nutrientes para mantener las funciones fisiológicas necesarias. Este sistema se compone de la boca, el esófago, el estómago, la vesícula biliar, el hígado, el páncreas, el intestino delgado y grueso y el ano. La evidencia ha demostrado que el sistema gastrointestinal está altamente relacionado con el sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo, siendo crucial para la regulación de la motilidad intestinal y para mantener la inmunidad del intestino.
Pero, ¿qué es El sistema endocannabinoide (ECS)?
El ECS es una red de comunicación celular compleja que se asemeja a la red de neurotransmisores y que hoy sabemos mantiene la homeostásis de nuestros procesos fisiológicos y se ha demostrado que se encuentra en todos los vertebrados. El ECS se encuentra en el sistema nervioso, el sistema inmunológico, en los órganos del sistema endócrino (en donde se producen las hormonas), en los pulmones, en la piel y en todo el tracto digestivo.
Dicho tracto GI está equipado con receptores cannabinoides y sirve como un área importante de actividad endocannabinoide en el cuerpo humano.
Los cannabinoides son compuestos químicos dentro de la planta de cannabis que provocan una acción farmacológica dentro del cuerpo a través de dos métodos: encajan como una llave en estos receptores o influyen en la acción de otros compuestos que sí encajan.
Cuando se produce esta activación entre cannabinoides y receptores, los efectos que siguen pueden estar relacionados con la sensación de dolor, el estado de ánimo y/o la reducción de la inflamación.
El receptor cannabinoide 1 (CB1) está muy concentrado en el sistema nervioso central (SNC), que incluye el cerebro y la médula espinal, pero se encuentra en otras regiones del cuerpo en cantidades más pequeñas. El receptor cannabinoide 2 (CB2) se encuentra principalmente en órganos periféricos y células inmunomoduladoras, y está asociado con su sistema inmunológico, tracto digestivo y sistema nervioso periférico. Específicamente dentro del tracto digestivo, los receptores CB2 moderan la motilidad GI, la secreción y protegen la integridad de su barrera de membrana.
Las alteraciones en estos procesos pueden provocar enfermedades crónicas, empezando con permeabilidad intestinal aumentada lo que condiciona la absorción inadecuada/incompleta de los nutrientes de los alimentos, lo que puede tener un impacto sustancial en nuestra salud a lo largo del tiempo al generar una inflamación crónica de bajo grado que se traducirá en enfermedades autoinmunes, alergias, ateroesclerosis y cáncer entre otras enfermedades crónico-degenerativas.
Muchos fitocannabinoides, incluyendo tanto el THC como el CBD se pueden usar para controlar problemas como la indigestión, el dolor/calambres digestivos, la enfermedad inflamatoria intestinal (que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa), la enfermedad celíaca y muchos otros problemas causados por una disfunción fisiológica en el intestino. (síndrome del intestino irritable, gastritis, etc.).
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El Dr. Luis David Suárez Rodríguez
Especialista en Medicina Funcional e Integrativa, Presidente de la Asociación Mexicana de Medicina Cannabinoide, AC.