Investigación por la Universidad Jesuita de Guadalajara.
El Doctor en Ciencias de la Biotecnología, Óscar Rojas Rejón, junto a un equipo de investigadores del ITESO investigan el efecto del consumo habitual de los probióticos en el metabolismo humano, en respuesta a erradicar los problemas de obesidad en México.
Jacaranda Ayala Pineda
En un país donde los problemas cardiovasculares son la primera causa de mortalidad, es necesario comenzar a trabajar en alternativas de consumo saludable para la población.
El Doctor en Ciencias de la Biotecnología, Óscar Rojas Rejón, junto a un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) investigan el efecto del consumo habitual de los probióticos en el metabolismo humano, en respuesta a erradicar los problemas de obesidad en México.
"…existe el vox populi de que si tomas yakult (probióticos) te hace muy bien para todas tus funciones gastrointestinales, pero pues no sabemos en realidad…", afirma el Dr. Rojas.
Los probióticos son microorganismos vivos que podemos consumir, su mayor beneficio es que pueden metabolizar algunos alimentos que los seres humanos no pueden, de forma que, en lugar de que se queden en nuestro cuerpo, salgan con ellos. El problema principal de los productos con probióticos es que estos, al enfrentarse a las difíciles y ácidas condiciones del estómago, mueren antes de llegar al colon, que es donde los necesitamos.
Lo que Óscar y su equipo proponen es que hay dos formas mucho más eficaces de consumir estos probióticos: la primera es consumirlos de forma estrictamente controlada, por ejemplo, después de haber tomado antibióticos para poder recolonizar el colon.
La segunda consiste en consumirlos junto con lo que llaman un prebiótico, que sería la comida del probiótico, y le ayudaría a mantenerse para eliminar el alimento que nosotros no podemos aprovechar y así ayudar al equilibrio del intestino, cosa que se ha relacionado directamente con beneficios a la salud cardiovascular, a limitar la degeneración de las articulaciones y a estar propensos a enfermedades crónico degenerativas. Incluso se ha demostrado que, según el tipo de bacteria que se está incrementando en nuestro estómago, nuestros hábitos alimenticios se alteran.
"… por ejemplo si tienes ganas de unas papitas con chile y chamoy, y alcohol, una cerveza, unas alitas picosas pues, los microorganismos malos son los que están ganando la batalla, y te hacen comer eso, porque se matan los buenos, pero si tienes ganas por ejemplo de una ensalada (…) entonces van a ganar los buenos; entonces el consumir probióticos y el darle de comer prebióticos al probiótico a través de nuestra alimentación podría ser una buena estrategia que potencializar el efecto…" me explica el Dr. Rojas
El proyecto "Efecto de la suplementación de un simbiótico sobre la grasa corporal en adultos jóvenes con obesidad" busca medir qué tan efectivo sería administrar el probiótico y el prebiótico juntos y medirlos en variables fisiológicas y corporales. Para ello, se diseñó un experimento en el que se trabajó con 48 sujetos de estudio, quienes proporcionaron muestras de variables como desechos y sangre, y se midió peso, salud emocional y grasa corporal después de haber sido administrado el simbiótico.
En los resultados preliminares de esta investigación se ha podido observar que, efectivamente, hay una disminución de peso y que algunas de las variables metabólicas alteradas se han estabilizado.
Si la hipótesis es correcta, el simbiótico itesiano podría ayudar a erradicar el problema de obesidad vigente en el país, introduciéndolo en alimentos que ya estamos acostumbrados a comer. Lo que han estado desarrollando estos investigadores, no es solo el simbiótico, sino también una cápsula que lo protege y que, por cierto, es 100% digerible, ya que al exponerse al ácido se endurece y permite que los microorganismos lleguen al colon. Esta esferulita, además de efectiva, es deliciosa pues se introduce en un pudín tipo tapioca.
El plan de Óscar es terminar el proyecto y poder comercializar este dulce de tapioca dentro de la universidad para poder mejorar la salud intestinal de los profesores y estudiantes y, así, poder llevarlo a más lugares en México. Hasta ahora los resultados han sido positivos, pero la investigación continúa.
Tomado de: https://iteso.mx/web/general/detalle?group_id=17647055