La llegada del Covid-19 nos ha dejado clara la importancia de una buena alimentación, el ejercicio, una vida sana, así como la ingesta de vitaminas y suplementos, que han probado ser de gran ayuda para evitar síntomas graves en el caso de un posible contagio.
Sin embargo, hay otro tipo de salud al que no siempre le damos la misma importancia y que a veces no consideramos como parte de un régimen de vida: la salud emocional. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la salud o bienestar emocional es “un estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad.” Suena como algo muy fácil de alcanzar, pero no lo es tanto cuando enfrentamos una situación tan atípica como un confinamiento por una pandemia mundial: no podemos salir, estamos solos u obligados a convivir 24 horas al día con quienes tal vez no somos tan compatibles, comemos inadecuadamente por ansiedad y vivimos en constante estrés por la incertidumbre de no saber si nosotros o un ser querido pudiera contagiarse. Y, desde luego, este estado no es nada favorable para nuestra salud, ni mental, ni emocional, ni física.
"El ser humano es una maquinaria altamente sofisticada, que actúa de manera sinérgica".
¿Te ha pasado que cuando enfrentas una pérdida de una persona o trabajo, de pronto pareces más susceptible a enfermarte? ¿O que si estás en un estado de tranquilidad y paz, ni te acuerdas de los dolores o te alivias más rápidamente de un resfriado? Pues no es casualidad, son hechos conocidos que un estado de estrés sostenido puede ocasionar una baja del sistema inmunológico, así como dolores musculares o problemas digestivos, de la misma manera en que una macrobiota intestinal sana nos puede ayudar a manejar mejor el estrés y descansar mejor durante nuestras horas de sueño.
El estado emocional depende del estado físico y viceversa, así que no hay nada más equivocado que creer que llenarnos de medicamentos, vitaminas, suplementos y hacer ejercicio será todo lo que necesitemos en la vida para estar sanos; si no prestas atención a tu salud emocional, ésta puede evitar que todos esos complementos que tomas funcionen adecuadamente, además de hacerte pasar todo este periodo de manera mucho más desagradable.
¿Qué hacer, entonces, para estar sanos de una manera integral?
Cuidar de ti a nivel mental y emocional, de igual manera que lo haces a nivel físico: no perder contacto con personas queridas, hacer actividades que disfrutas, limitar tus horas de trabajo y, si fuera necesario, acudir a psicoterapia. La psicoterapia no es solo para personas que tienen problemas mentales o que “están locas” como es la creencia común.
La psicoterapia te ayuda a sobrellevar épocas complejas (como ésta, que todos estamos viviendo) y a adquirir nuevas y mejores herramientas para afrontar tu día a día. Nunca está mal pedir ayuda y nunca está mal conocerse mejor a uno mismo, simple y sencillamente para llevar una vida tranquila y feliz.
"No olvides que eres un ser completo, integral, y como tal tienes que tratarte, cuidando todos los ángulos de tu salud; eso es lo que mejor te ayudará a sobrellevar cualquier enfermedad y a disfrutar tu vida con calidad"
Por Ruth Cabrera.
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Acerca del Autor:
Ruth es una reconocida Psicoterapeuta y Life Counselor de México // Ethics Executive with a focus on team development and high potential of individuals. Individual and Couples Psychotherapist, with regular appearances on TV shows, and creation of content for articles and blogs on relationships and emotional health. Conoce más de ella en www.ruthcabrera.com